SOCIEDAD GEOGRÁFICA DE COLOMBIA

EL CHOCÓ ES VIABLE

Alberto Mendoza Morales

No solamente es viable. El Chocó es ideal para organizar un nuevo modelo de departamento en Colombia. En este caso la econación. Habría que cumplir tres condiciones, conocer el territorio, trabajar con la gente y vincular la Universidad Tecnológica al proyecto.

Chocó es “tierra de agua”. Segunda área más lluviosa del mundo, once metros por año. Único departamento bañado por dos acuarios mundiales, el mar Caribe y el océano Pacífico. El Caribe aporta 65 km de costa; cava el golfo de Urabá, nicho continental de entrada para un canal interoceánico. Da asiento a Capurganá, Turbo y Necoclí. El océano Pacífico, aporta 350 km de costa labrada por entrantes y salientes asomados a aguas ricas en peces, visitados por ballenas y delfines. El agua corre por numerosos ríos. Predominan dos ríos divergentes, Atrato, el más caudaloso del mundo en relación con su longitud. Corre hacia el norte, desemboca en el golfo de Urabá por muchas bocas, Tanela la principal. Y San Juan, el más caudaloso de los tributarios del océano Pacífico en América del Sur, corre hacia el sur, desemboca en el Pacífico por seis bocas Choncho, San Juan, Churima, Churipe, Cacahual, Charambirá, Togoromá. Los dos ríos se pueden comunicar por un canal para embarcaciones pequeñas. El Baudó, “río de barbudos”, es el tercero más caudaloso; recibe 112 afluentes. El Truandó, ofrece, con el Atrato, la posibilidad de abrir un canal interoceánico a nivel entrando por Urabá, saliendo por la bahía de Humboldt. Muchas ciénagas entran en el inventario de aguas, Bárbara, Achurra, Bojayá, Muriel entre ellas. El departamento está cubierto por selva virgen, espacio idóneo para aplicar técnicas destinadas a cosechar la selva. Chocó es, además, rico en oro y platino metales extraídos por poderosas dragas, comercializados sin beneficio propio. Se va el oro, quedan los eriales pedregosos.

La viabilidad chocoana alude a su población, 14% indígena y 86% afrocolombiana descendiente de sudaneses. Se muestran inclinados a la literatura, el magisterio, el derecho, la política. Si los profesores y las directivas universitarias decidieran abrir la entidad hacia una nueva realidad chocoana, tendrían que aplicar la investigación científica al diseño de la econación y la pedagogía que la promueva en localidades, veredas y municipios. Tendría, además, que preparar una nueva clase política y administradora. El Chocó es viable. Podría ser ejemplo de nuevas y ejemplares realidades.

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