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AGRESIÓN
AMBIENTAL
Alberto Mendoza Morales
La
Tierra se encuentra en estado de emergencia. El daño es antrópico.
La afecta el carácter destructivo de la especie humana. La destrucción
ambiental es integral; afecta suelo, agua, flora, fauna. Afecta al hombre
mismo. La experiencia deja ver que en la base de la especie palpita
un toque suicida.
La Tierra es viva y activa. Muestra Y demuestra sus fuerzas. Todas poderosas.
Erupciones volcánicas; terremotos; tsunamis; aludes de nieve
o de tierra; diluvios; huracanes. El poder humano y sus iras, poco pueden
contra el poder natural y sus iras.
El hombre calienta la Tierra con su trabajo técnico y científico.
Poderoso agente calorífico es el bióxido de carbono, CO2.
Lo genera la industria petroquímica, el fluir de los motores
de ignición, la combustión del carbón, del gas,
del petróleo. Bióxido y temperatura escapan por los exhostos
de los vehículos y las chimeneas de las fábricas. Van
acompañados por el humo que denuncia los procesos y contamina
la atmósfera. Al aumentar la temperatura ambiental la nieve se
derrite en los nevados, el agua se seca en los páramos, el deshielo
de los polos eleva el nivel de los océanos. En las zonas templadas
la gente muere de calor, consecuencia y prueba del cambio climático.
El hombre, además, desertiza territorios y destruye selvas. Hay
quienes opinan que el impacto del hombre sobre la Tierra equivale a
su colisión con un meteorito grande.
El agua, severamente amenazada, se ensucia y se seca. Los océanos
reciben diariamente desechos líquidos y sólidos, basuras
y excretas, en enormes cantidades. Proceden de grandes y pequeñas
ciudades. Ríos y quebradas merman caudales o desaparecen. Los
diluvios, en contraste, inundan territorios, ahogan gentes y las desaparecen
en apreciables cantidades.
Las selvas ecuatoriales son básicas para el funcionamiento del
planeta y la salud de la población; depuran la atmósfera,
energizan el planeta y aportan oxígeno. Las selvas, declinan,
taladas, incendiadas, intervenidas sus cadenas bióticas, aisladas
las especies zoológicas, agredidas las poblaciones originales
que las habitan. La megafauna desaparece. La caza y la pesca exceden
la capacidad de reproducción de las especies.
El temperamento suicida del hombre se aprecia en guerras y pestes de
trasmisión humana. Las guerras, constantes históricas,
han dejado montañas de muertos, 12 millones en Alemania en la
guerra de los 30 años; 8 millones en la primera guerra mundial;
60 millones en la segunda, 250 mil en Hiroshima y Nagasaki. la Peste
Negra arrasó un tercio de la población de la Europa. Ahora,
el sida, produce 8 mil muertos diarios. Un periódico británico
advierte que el sida superará en el siglo XXI la Peste Negra
del siglo XIV.
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