Los límites son de dos clases, imaginarios y arcifinios.
1. Límites imaginarios, son aquellos trazados como líneas sobre mapas. Los acuerda, impone y defiende el hombre, los formaliza en convenidos entre naciones y los consigna en tratados. Se marcan con mojones, piedras, postes.
2. Límites arcifinios los da la naturaleza. Son aquellos demarcados de manera natural por rasgos geográficos, una montaña, el mar, un río, un lago, la selva.
Los límites naturales no siempre separan; pueden servir, por el contrario, de ejes que articulan la vida de comunidades fronterizas. Un río, por ejemplo, puede vertebrar una región. Una cuenca hidrográfica compartida puede unir a dos países en el empeño común de cuidarla y mantenerla. Es el caso de los ríos Arauca, Meta y Orinoco que sirven de límite entre Colombia y Venezuela; igual sucede con la cuenca lagunar Marabina y la hidrográfica del río Catatumbo, comunes para el departamento de Norte de Santander, Colombia y el estado Zulia, Venezuela.