ANATOMÍA DEL PROBLEMA
Alberto Mendoza Morales
Cualquier empeño trascendental, en el orden humano, comienza por el planteamiento de un problema. Resolver problemas nos conduce a bucear en las profundidades de la realidad. Conocer la realidad es problemático. El más simple problema aritmético exige, para su solución, que esté correctamente planteado.
¿Qué es problema? Problema es cuestión dificultosa que incita a ser resuelta. El problema tiene sustancia y cuestión, conflicto y dificultad, reto y acción. El problema abarca amplísima gama, desde un problema matemático hasta un problema de actitudes, desde lo que asedia al individuo, hasta lo que fatiga a un pueblo entero. El problema, en ningún caso, es cosa mala. Es oportunidad, estímulo, medio de crecimiento. Lo ofrece la vida para superarnos y crecer. Los problemas y sus escenarios son el gimnasio de los espíritus.
La solución del problema reclama escala, medida adecuada a la persona o grupo que lo experimenta. Si es de orden menor, pasará inadvertido y si para resolverlo, supera la capacidad del individuo o del grupo, lo desbordará; la estatura espiritual, mental y moral de una persona o de un grupo, se medirá por la dimensión del problema que sean capaces de resolver.
Los problemas son duales, tienen dos caras, causa y efecto. Existe la tendencia de reconocer los problemas sólo por sus efectos, rara vez por sus causas. Señalar efectos es relativamente fácil, identificar causas es difícil. Los problemas suelen ser presentados en forma de listados. Cuando el listado pasa de diez elementos, ya nadie entiende nada. En el seno de la realidad problemática se oculta un centro de gravedad: el foco.
Foco es punto donde los problemas encuentran causa, donde se densifican porque de ahí arrancan. Foco es luz, es clave descubierta, abre y deja ver la totalidad de la problemática. El Foco es la piedra filosofal de los problemas. Hay focos menores, causas de cada problema; hay un Foco mayor, el que envuelve todas las causas, Foco síntesis, causa causarum de todos los problemas. Al estudiar los problemas hay que buscar el foco. De ahí sale la luz para resolverlos.