LA CIUDAD DEL FUTURO
Alberto Mendoza Morales
La ciudad del futuro no será una ciudad grande, cada vez más grande, supuestamente “bien organizada”. Ahora es inconcebible hablar de ciudad sin tomar en cuenta el área rural que la circunda y su correspondiente medio ambiente. El Congreso Mundial de Estambul, realizado el siglo pasado, reunió técnicos y teóricos del campo social. Pidieron ideas para organizar las ciudades grandes. Desde la Sociedad Geográfica de Colombia respondimos con la Agrópolis (agro, campo; polis, ciudad) respuesta prospectiva destinada a superar las megápolis del mundo actual. Ha tenido satisfactoria recepción pero escasa difusión.
Agrópolis es la simbiosis estructural, orgánica e integral, de campo y ciudad. Propone que en las regiones geográficas se ordene completo el continuum espacial urbano-rural y residan ciudadanos y campesinos estructuralmente asociados en un conjunto agropolitano.
La agrópolis supera los conceptos de área metropolitana y ciudad-región, integra en un solo espacio los elementos urbanos y rurales, unifica la población campesina y ciudadana, armoniza sus funciones, fomenta la sustentabilidad del área, ofrece una alternativa superior frente a las ciudades grandes de la actualidad enjuiciadas por el efecto letal que producen sobre la población y los daños ambientales que causan en su entorno. Es una solución posmoderna, amplia, útil, generosa. Es digna de ser trabajada.
La agrópolis, como entidad totalizadora, organiza en uno dos elementos básicos de toda sociedad: el rural, habitat del campesino, con predominio de la producción primaria, agraria, atiende la producción agrícola destinada al consumo interno y la exportación de excedentes y el urbano, habitat del ciudadano, atiende actividades económicas secundarias y terciarias con actividades industriales, comerciales, administrativas y educativas de nivel superior. Tiene estructura idéntica a la red; la forman poblaciones (nodos) y vías (cuerdas) que las unen. La complejidad del conjunto reclama interconexión cibernética global.
La agrópolis facilitará la convivencia de campesinos y ciudadanos y la sustentabilidad del medio ambiente. Cumplirá el ideal de “construir conjuntos ambientalmente sostenibles, socialmente tolerantes, económicamente productivos”. El conjunto simula un sistema planetario formado centros agropolitanos a cuyo alrededor giran, como planetas, las cabeceras de los municipios situados en su dintorno.
En forma práctica la agrópolis está propuesta para implantarla como modelo para mostrar, en la cuenca alta del río Bogotá, un espacio de 4.219 km² de extensión que cuenta con Bogotá, una metrópolis, de 8 millones de habitantes y 27 municipios con sus respectivas cabeceras y veredas. El conjunto de unos 10 millones de habitantes se apartará de los “infiernos humanos” de la actualidad y aportará una nueva modalidad de “residencia en la Tierra”. Valdría la pena ensayar en Colombia la organización de una agrópolis localizada en el corazón del país.