San Andrés y Providencia
ARCHIPIÉLAGO DE ESTADO
Alberto Mendoza Morales
“Archipiélagos de Estado” es el tema de un libro próximo a aparecer. Su autor, el internacionalista Enrique Gaviria Liévano. El prólogo es del presidente Alfonso López Michelsen (q.e.p.d.). El texto propone convertir el departamento de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, junto con islotes y cayos, en un Archipiélago oceánico de Estado. Lo equipara a casos como Madeira y Azores, Portugal; Canarias, España; Galápagos del Ecuador; Tonga, en la polinesia, dentro del Protectorado Británico.
Archipiélago es, en rigor, “mar principal”, Pese a su etimología, se entiende como el área oceánica o marítima poblada de islas. La noción de archipiélago se vincula con la experiencia de navegantes atenienses cuando surcaban el mar Egeo. Veían el piélago, es decir el mar y, en él, islas con aguas y otros elementos que las correlacionaban.
Islas cercanas promueven unión entre sus habitantes. Crea anhelos que a veces culminan en soluciones de Estado. San Andrés, Providencia y Santa Catalina ofrecen un caso donde se dan, entre islas y población, condiciones de proximidad y unidad ideales para decretar un Archipiélago de Estado. Lo fundamentan la proximidad de las islas, la identidad étnica de la población raizal, su historia, su cultura, sus vínculos superiores en lo espiritual, político, patriótico, económico, administrativo. La configuración geográfica isleña refuerza la posibilidad de asociación. Dadas esas realidades, si se acepta la “doctrina Gaviria”, los raizales están destinados a vivir en un Archipiélago de Estado y a administrarlo.
El Archipiélago de Estado tendrá área específica delimitada por un polígono conformado por líneas que llaman de base recta. Son líneas que unen los puntos salientes de las islas. Forman el perímetro poligonal del territorio desde donde se define la zona contigua, la plataforma continental, el mar territorial de 12 millas, la zona económica exclusiva de 200 millas. Las aguas, dentro del polígono, se consideran archipielágicas. Permitirán el paso en tránsito de buques extranjeros, “paso inocente”. De resto tendremos un espacio marítimo donde Colombia ejercerá soberanía plena en relación con los sobrevuelos y jurisdicción propia para extracción y uso de sus recursos naturales.