NUEVA ORLEÁNS: RÍO Y PUERTOS
Alberto Mendoza Morales
Ríos y puertos los da la naturaleza. El hombre los adapta y usa. Nueva Orleáns surgió sobre el delta que forma el río Mississipi al desembocar en el golfo de México. La ciudad sirvió al complejo de puertos fluvio-marítimos más grande del mundo en la desembocadura del río más importante de los Estados Unidos.
El Mississipi fue el “padre de las aguas” de los algonquinos. Corre de norte a sur. Une los grandes lagos con el mar Caribe. Tiene 3.820 km de largo. Recibe más de 250 tributarios. Con el Missouri, su afluente, forma una corriente fluvial de 6.420 km, tan larga como el Amazonas. Los dos ríos son ejes ordenadores de una cuenca hidrográfica de 3 millones 25 mil km2 comprendida entre los Apalaches y las Montañas Rocosas. Ocupa 30% del territorio del país. Radica los grandes centros industriales. Produce algodón, carbón, aluminio, granos, petróleo.
George Friedman llenó un vacío de información sobre el desastre en la revista Stratfor. La potencia agroindustrial estadounidense fue construida con base en la cuenca de los ríos Mississipi-Missouri. Hacendados y finqueros, ocupantes del “lejano Oeste”, produjeron el soporte agrario sobre el que nació el imperio industrial. El transporte fluvial, barato, facilitó la salida de las mercancías de la gran llanura al resto del mundo y la entrada internacional de insumos industriales.
Nueva Orleáns fue el puerto ideal. Barcazas, buques, planchones llegaban y salían transportando carga. La ciudad del río y de los puertos, fue levantada en sitio desfavorable. Su nivel está por debajo del nivel del mar y de las aguas del río. Pero estuvo ahí porque era donde debía estar. Nueva Orleáns no es opcional, es una joya geopolítica. El complejo portuario será rescatado. La ciudad resucitará en el mismo sitio en que murió.