Hasta 1993 los censos en Colombia se hacían en un día. Un domingo. La gente aguardaba al encuestador encerrada en su casa. El país se paralizaba. El criterio era la simultaneidad, llegar a todas partes al mismo tiempo. Se encuestaba con la fragilidad del lápiz y el papel. Se censaba únicamente población y vivienda. Las respuestas en blanco llegaban casi al 30%. El período intercensal era de 10 años. La entrega pública de resultados duraba entre dos y cuatro años.

El censo 2005 introdujo, no sin oposición, a veces dura, cambios radicales. Aplicó una tecnología de punta anunciada apenas en el año 2004. Tiempos y costos se acortaron. Se usó un formulario “inteligente” que simplificó el proceso de información y redujo las respuestas en blanco a un 0.001. El formulario no está en un papel. Está inscrito en móviles computadoras manuales que capturan, clasifican y fijan datos censales y coordenadas geográficas directamente en el sitio. Los datos quedaron georreferenciados por manzanas en las cabeceras municipales donde se asienta el 75% de la población y por veredas en las áreas rurales donde se encuentra el 25%. Se usaron dos cuestionarios, uno básico, con pocas preguntas, aplicado a la totalidad de la población, otro extenso, de muestreo aleatorio, que se aplicó a 2.500.000 personas. Se encuestaron 1´200.000 hogares La población censada superó el 99.2%. Quienes no pudieron ser censados el día programado, lo hicieron después. Cuando hubo errores, la corrección fue inmediata. La preparación y realización del censo duró un año. El censo se terminó el 16 de marzo de 2006. Dos meses y medio después el DANE entregó públicamente los resultados. El sistema aplicado y los datos aportan información válida y confiable sobre la realidad nacional, útil para diagnósticos, planificación del desarrollo nacional y control de gestión. Los datos pasarán para consulta pública a un portal unificado de internet. Llevará el nombre de Colombiestad.

El trabajo de campo ocupó 40.000 personas. La comunidad participó activamente. Se cubrió la totalidad del país. La empresa censal se organizó con criterio comunitario. Participaron Juntas Cívicas Municipales, Juntas de Acción Comunal, organizaciones indígenas y grupos afrocolombianos. Esa ola civil y pacífica se tomó el país. De 1098 municipios sólo tres quedaron sin censar debido a cuestiones de orden público. En zonas de conflicto, guerrilleros y paramilitares “bajaron de la montaña” y ayudaron a censar.

El nuevo censo liquidó una larga tradición. Implantó un nuevo sistema. Aportó un modelo mundial. Instala a Colombia dentro del concepto de “sociedad de la información”. Censar será un proceso continuo, allegará información permanente, aportará datos actualizados. El censo entregado fue evaluado por una Comisión de Expertos de la Universidad de Valencia, España, y certificado con calidad internacional ISO 9.000 de ICONTEC. Las Naciones Unidas pidieron al mundo estadístico “estar atento a los resultados del método adoptado por Colombia para el censo 2005”. Colombia asumió el reto y dio la medida. La institución requerirá autonomía completa para la investigación y presentación de información.