TRATADO SOBRE LA IMPUNIDAD
Alberto Mendoza Morales
Impunidad es falta de castigo por faltas cometidas. La nación colombiana está signada por la impunidad rampante. Es un reconocido vicio de Estado. Aquí no existe recta y oportuna administración de justicia. La nación colombiana expone ante el mundo la impunidad, lacra social, profunda, caotizante, vergonzosa, partera de violencia. Es uno de los factores que desquician, desde la base misma, el funcionamiento de la república. La impunidad la producen quienes frustran la aplicación de las leyes vigentes. Abusos y delitos quedan sin penalización.
La impunidad existe en términos relativos. En términos absolutos la impunidad no existe. Nunca nada queda impune. El castigo es inmanente, va dialécticamente unido a la pena. La falta reclama la pena. La pena sigue a la falta. Toda falta trae por sí misma alguna clase de castigo. Cuando el castigo de una falta no se da, la impunidad produce efectos sociales. Crímenes y maldades que la justicia humana no castigue, una mano oculta, misteriosa y presente, lo hará. Castigará a la sociedad entera. Es una regla absoluta. Es lo que ha sucedido en Colombia. Jorge Eliécer Gaitán trató aró el tema y lo aclaró.
La impunidad relativa afecta, por una parte, a los individuos que delinquen. El castigo se centra en lo que brahmanistas y budistas llaman karma. Es la ley de la compensación, fuerza natural que busca el equilibrio por sí misma y por cuenta propia. La impunidad afecta a la sociedad entera. La experiencia lo comprueba de manera eminente. Colombia es ejemplo. La impunidad la pagamos todos, todos los días. La pagamos con el des-orden nacional. La pagamos con diaria violencia, inseguridad, angustia, zozobra, sufrimiento, crímenes, asesinatos, secuestros, desapariciones, genocidios. La pagamos con ingobernabilidad, enfermedad, angustia, arbitrariedad, desprestigio internacional. La pagamos con el desquiciamiento emocional imperante.
Colombia entera paga con violencia, social y pública, la impunidad que los jueces decretan desde sus escritorios. La sociedad sana castiga a las personas que delinquen, evita que sus delitos particulares afecten a la sociedad en general. La sociedad enferma paga las penas señaladas para individuos por los delitos que cometen. Llamar la atención a juristas y abogados sobre estos aspectos de la vida nacional, tiene plena justificación.
Dicen que la regla del castigo social de la impunidad se modifica cuando una sociedad en guerra confronta la posibilidad de la paz y la reconciliación nacional. ¿Será la impunidad el costo de la paz?