XI ENCUENTRO DE GEÓGRAFOS DE AMERICA LATINA-EGAL
Temístocles Ordóñez, Secretario Sociedad Geográfica de Colombia
Como una contribución de la Academia de Ciencias Geográficas, deseo compartir con Uds. algunas impresiones sobre el recientemente celebrado XI Encuentro de Geógrafos Latinoamericanos en la sede de la Universidad Nacional de Colombia, en Bogotá. 1. Fue notable la asistencia, los organizadores hablan de novecientos delegados. Hubo representantes de la mayoría de los países latinoamericanos y dentro de esta representación sobresalió la presencia de brasileños, talvez un 70%. La organización fue buena, con varias sedes para las diversas sesiones, aunque esto planteó dificultades para los asistentes extranjeros, cuando tenían que dirigirse desde la Universidad Nacional a la Hemeroteca Nacional o al Instituto Geográfico. Es de felicitar a la Universidad Nacional y a su Departamento de Geografía por la buena organización del Encuentro, por la capacidad de convocatoria al alto número de asistentes y por el nivel académico logrado.
Aunque hubo diversidad de temas (enseñanza de la geografía, geografía urbana, geografía rural, etc.) buena parte de las ponencias giraron alrededor de la globalización y de la geopolítica. Dos temas llamaron mi atención particular: geopolítica y geografía y tecnología. En cuanto a la geopolítica, se aprecia un renacer de esta disciplina aunque abandona aquellos postulados de la geopolítica previa a la II Guerra Mundial, sobre todo los de Haushofer que inspiraron al Tercer Reich. Ya no se toman como básicas las ideas de Mac Kinder, de Mahan, de Reigner, que aparecen como la geopolítica clásica. Estos geógrafos latinoamericanos hablan de dos vertientes: una geopolítica neoclásica y una geopolítica radical. La neoclásica estaría representada en las consideraciones que guían las decisiones del Imperialismo Norteamericano y de los países del primer mundo, mientras que la radical estaría conformada por los postulados y afirmaciones que hacemos los países del tercer mundo, especialmente los latinoamericanos, en general, en contra de la actitud de los Estados Unidos y Europa, contra la globalización y contra el TLC. Este renacer de la geopolítica, para quienes nos formamos en geografía durante la segunda mitad del siglo pasado, es un poco sorpresivo porque, a partir del pensamiento europeo, estábamos imbuídos del desprestigio de la geopolítica y del menosprecio como ciencia.
En cuanto a la tecnología sobresale la ponencia del Dr. Gustavo Buzai de Argentina. Buzai se ha dedicado a la aplicación de la informática y de los SIG al análisis geográfico, al punto de que habla de un nuevo paradigma: la Cibergeografía. A propósito de paradigmas, él sostiene que el planteamiento de Kuhn de un periodo de “ciencia normal” cuando la mayoría de los practicantes de una disciplina aceptan los postulados, los teoremas y la metodología de un paradigma, no tiene validez para la geografía, más aún, para las Ciencias Sociales, donde es común ver la coexistencia de varios paradigmas, de diferentes maneras de ver el mundo. Indica que en la actualidad coexisten en el discurso teórico geográfico por lo menos seis paradigmas. Inclusive muestra que en geografía hay ciclos de descenso y renacer de paradigmas; por ejemplo, el paradigma regional que fue proscrito en la década de los 50 del siglo pasado, contemporáneamente ha vuelto a considerarse. Asimismo el paradigma neopositivista de la década citada, minimizado hacia los 70-80, ha renacido con el avance de la informática a raíz de su necesidad para el análisis con SIG, pues aquí es indispensable trabajar con modelos, uno de los postulados del neopositivismo. Me agrada esta afirmación ya que he estado al lado de los planteamientos neopositivistas y porque estimo que este paradigma ha tenido una connotación práctica al permitir la labor de la geografía aplicada. Por otra parte, creo que la coexistencia de tantos paradigmas va en contra del sentido de ciencia y aunque hay esfuerzos para procurar la simbiosis de los diversos paradigmas, existen entre algunos, por ejemplo el radical y el neopositivista, discordancias tan notables que no veo la posibilidad de una convergencia y creo que esta situación conduce a la duda de si existe UNA ciencia geográfica. Peligroso. Sinembargo, hay un elemento común en los diversos paradigmas contemporáneos: todos consideran el espacio como el objeto de estudio de la geografía y es un producto social; de ahí la imbricación de la geografía con las ciencias sociales.
Me dejó inquieto una idea que capté, bastante generalizada. En muchas ocasiones se habló de estructurar una Geografía Latinoamérica, idea muy loable, pero, manifestaban, haciendo a un lado todos los asertos y conclusiones de los geógrafos europeos y norteamericanos, considerando que llegaron a esas afirmaciones teniendo en cuenta los intereses de sus comunidades y las circunstancias de su medio, diferentes de Latinoamérica; es decir hacer tabla rasa y partir de cero conocimiento geográfico, lo cual me parece irracional. Hacer a un lado el conocimiento acumulado desde los griegos, por allá en los siglos tercero y cuarto AC hasta las manifestaciones contemporáneas, me parece un desacierto, algo ilógico, pues la ciencia tiene validez universal. Asunto diferente es la utilización que de ella se haga.