UN MILAGRO EN EL ABISMO
Alberto Mendoza Morales
Los finalistas del Reality 2005 de Caracol, tuvieron dura prueba en el departamento de Nariño. Allí apareció la catedral gótica del Santuario de Las Lajas. Está cerca de Ipiales, dentro del profundo cañón del río Guáitara. La llaman “un milagro de Dios en el abismo”. Hay también iglesias góticas en Cali y Bogotá. Y la de Manizales la mayor de todas.
La arquitectura gótica plantea misterios sin resolver. Apareció de repente en la Europa del siglo XII. Nació adulta, sin antecedentes. Sin proceso evolutivo que la antecediera. Legó la etapa mística de la piedra labrada. Desapareció también de repente. La sustituyó la arquitectura neoclásica al comenzar el Renacimiento .
Arquitectos, maestros obreros, dejaron en las ciudades medievales el gigantesco testimonio de una arquitectura diseñada y hecha a la perfección. La concibieron y plasmaron en formas livianas, esbeltas, elevadas. Apelaron a ojivas, arcadas, columnas, gárgolas, arbotantes, ventanales. Dispusieron rosetones, enormes ventanas circulares selladas con vitrales de colores vistosos, vidrios unidos con junturas de plomo, un trabajo de singular belleza y maestría.
La catedral gótica buscó el cielo. La fabricaron con piedra extraída de canteras locales, trabajada a cincel con levedad de llama. Chartres y Estrasburgo las representan en Francia; Ulm en Alemania. Y la de Colonia cuyo extraordinario volumen y esbeltez suscitó la admiración de Juan Lozano y Lozano. La vió como espectacular ” parálisis del viento” o como “una cantera evaporada”.
El estilo gótico fue obra trascendente de la fe apoyada en la voluntad y la pasión. Virtudes que necesitamos en Colombia para modelar, con material de la historia, con experiencia y análisis, una nueva realidad nacional. Sería otro “milagro de Dios en el abismo”.