Hablan del mapa político del país. La cartografía es extensa. Seres, cosas y sus interrelaciones son susceptibles de ubicarse sobre un mapa. Mapa, en geografía, es la representación de la Tierra, o parte de ella, sobre una superficie plana. Igual los planos en arquitectura, ingeniería y urbanismo; representan edificios, vías, barrios, ciudades.

Los Mapas corrientes son topográficos y temáticos (hidrológicos, climáticos, geológicos, étnicos). También isobáricos, muestran lugares de igual presión atmosférica; isobáticos, muestran líneas de igual profundidad marítima; de isoyetas, muestran lugares de igual precipitación pluvial; catastrales, muestran el censo de propiedades rurales y urbanas. Los mapas portelanos identificaron en la Edad Media los sitios donde se localizaban los puertos que rodeaban el mar Mediterráneo. Internet exige buscar mapas de sitios para dar datos. Entre los mapas se destacan Atlas y mapamundis. Están llenos de espacios reales, cada vez más de espacios “virtuales” (David Velázquez); tienen el impreciso empeño de mostrar el lugar donde discurre el drama y la comedia del devenir humano; sirven a las potencias para diseñar geopolíticas.

R. H. Moreno (q.e.p.d.) abrió la puerta cartográfica “en escritos de orgiástico delirio”. Usó la metáfora. Citó mapas astrales, “muestran el concierto de las esferas en las constelaciones”; con ellos los astrónomos predicen eclipses y colapsos y los astrólogos anticipan suertes y presagios; el mapa citológico, muestra “el concierto de los genes en los cromosomas”; las partituras permiten a músicos y ejecutantes, navegar con sus instrumentos en la lineal geometría de los pentagramas. Los quirománticos leen destinos en el mapa de la mano. Los mapas satelitales crean ahora drásticas rupturas con lo existente.