El destino de la Amazonia ocupó a la Comisión V del Senado de la república. Sus miembros estudiaron, sin concretar aún, una ley dirigida a crear el Consejo de Planificación Ambiental. El aporte de la Sociedad Geográfica de Colombia puede ser útil para el propósito.

La Amazonia representa la explosión de la diversidad. Es la cuenca hidrográfica más extensa del mundo. Su área (7.217.100 km²) equivale a la de Australia. Suramérica tiene así un continente empotrado en la mitad de su territorio. La Amazonia da oxígeno y energía al planeta, es pulmón y motor. Su ecosistema básico es la pluvioselva ecuatorial. La ocupan 9 países: Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Bolivia, Guayana, Surinam y Guayana Francesa. Están llamados organizar la Comunidad Amazónica de Naciones. Colombia participa con el 5% del área total. La ocupan seis departamentos, Amazonas, Caquetá, Putumayo, Guaviare, Vaupés y Guainía.

Suspender la destrucción de la Amazonia es trascendental decisión. Tiene importancia mundial. El uso de la selva evoca el principio propuesto en la Universidad Nacional por el profesor Germán Márquez Calle, “lo mejor que podemos hacer con la Amazonia es conservarla como está, con la menor intervención posible y dejarla vivir”. Es terminante invitación a superar la tala arrasadora y suicida del área e implantar un uso basado en la cosecha de la selva. Allí cuentan, fibras, esencias, frutas, yerbas, caucho, medicinas, metales y maderas seleccionadas. Además, la fauna y aportes de la flora aún por conocer.

Los usos de la Amazonia prescriben, también, fortalecer los asentamientos indígenas; respetar sus culturas; mantener el territorio con baja densidad de población; controlar la colonización; aplicar la ingeniería de selva; adoptar tecnologías apropiadas para el manejo sustentable, territorial y selvático; usar los ríos como vías de comunicación; conectarlos en red mediante canales, La Tagua-Puerto Leguízamo y Putumayo-Cahuinari-Amazonas; implantar el biourbanismo y la bioarquitectura ecuatoriales.

La planificación amazónica, el ordenamiento territorial, la sustentabilidad ambiental, conducen a tres acciones: 1. Crear, por ley, la Junta de Gobernadores de la Amazonia encargada de administrar el área. 2. Restablecer la Corporación Regional de Desarrollo Económico y Social, CORPES, en mala hora disuelta. 3. Vincular a los indígenas, protagonistas idóneos del proyecto, en calidad de guarda-selvas.