EL MIGRANTE SURAMERICANO
Alberto Mendoza Morales
El hombre nació en África, el ser humano se forjó en Suramérica. Es la tesis del capitán Guillermo Fonseca Truque. Tiene buena sustentación. Si la hubiera dicho un europeo, la tesis estaría debatiéndose en todo el mundo. Siendo colombiano, queda enunciada en un volumen poco conocido, lleno de fértil reflexión. Se resume a continuación.
Hace dos millones de años existían antropoides en África y Asia. Tenían capacidad cerebral, pulgar opuesto para agarrar objetos, arco en el pie para andar rápido, visión estereoscópica, capacidad para modular sonidos. Ese homínido pobló el planeta. Cien mil años atrás ocurrió la última glaciación en el hemisferio norte. Fue extrema. El clima se volvió inhóspito. El frío golpeó a los hombres. Exterminó animales y plantas. Agotó la comida. Produjo aterrador retroceso del vector de la humanización. Cortó la línea creadora de conciencia e inteligencia. Agotó los nichos que albergaban culturas. El hombre agotado emigró y llegó a los Andes hace 150 mil años. Usó las mismas rutas que transitaron los animales. Trajo con él la capacidad latente de formar conciencia.
En el hemisferio sur hubo un lugar apto para la vida y la concientización, el altiplano Perú-boliviano y su mar, Titicaca. Allí, en la altiplanicie fértil, generosa, a pleno sol, a 3 mil metros de altura, el hombre vivió un proceso total de socialización. Durante 50 mil años, poco a poco, a lo largo de un dilatado lapso de conciencia el hombre, que llegó sin conciencia, se transformó en ser humano. Tuvo tiempo para domesticar y criar animales y cultivar plantas. También para meditar. En el grupo surgió el idioma. Y la agricultura. Cultivó papa, tabaco, tomate, coca, quinua, maíz. Amansó los paleo camellos que encontró, guanacos, alpacas, llamas. Produjo cerámica, metalurgia, textiles y música. Nació la astronomía, el calendario, los observatorios astronómicos. Levantó pirámides y ciudades. La religión tocó el fondo del ser. La Puerta del Sol, enorme masa monolítica, plasmó la memoria del tránsito a la conciencia.
Hace 25 mil años, terminaba la glaciación del hemisferio norte. Comenzó ,entones, la del hemisferio sur. Los Andes se volvieron un inmenso nevado. Sus habitantes tuvieron que emigrar ahora en sentido contrario. Unos a la Amazonia y al Chaco. Otros al norte. En el camino encontraron pueblos. Prodigaron cultura y saber. Llegaron al Asia. Siguiendo el sol continuaron hacia occidente. Fue un viaje de 12 mil años. En los albores de nuestro tiempo sus descendientes ya eran influencia hacedora de historia en occidente. Así se explica la explosión de conciencia al norte del mar Mediterráneo. Hace apenas 8 mil años. La tesis del capitán Fonseca Truque requiere atención y estudio.