Miembros fundadores de la Sociedad Geográfica de Colombia
Por José Agustín Blanco Barros
Prólogo
El 20 de agosto de 1903, fecha en la cual se conmemoró el primer centenario de la fundación del Observatorio Astronómico Nacional, el vicepresidente de la República de Colombia, don José Manuel Marroquín y su ministro de Instrucción Pública, doctor Antonio José Uribe, dictaron el decreto No. 809, por el cual se creó la Sociedad Geográfica de Colombia, fijándole como objeto el fomento de los estudios geográficos relativos al territorio de Colombia y el suministro de información territorial al Gobierno Nacional.
La Sociedad creada por el Gobierno es homóloga a la Sociedad Geográfica de París creada en 1821, La Sociedad Geográfica de Berlín fundada en 1828 o la Sociead Geográfica de Londres instaurada en 1830. En el continente americano la primera Sociedad de este género fue el Instituto Histórico y Geográfico de Río de Janeiro, creado en 1838, seguido de la Sociedad Geográfica de México en 1839, la de Buenos Aires en 1856 y la de Lima en 1888. En Norte América se conformó la American Geographical Siciety de Nueva York, en 1852 y en 1888 se fundó en Washington la National Geographic Society.
Por medio del Decreto 906 del mismo año, el Gobierno designó a 15 personalidades del campo científico, relacionados con el estudio de las Geociencias, como Miembros Fundadores de la naciente Sociedad Geográfica de Colombia. Como un homenaje a estos 15 colombianos eméritos, en esta sección, se presenta una breve semblanza de quienes hace más de 100 años iniciaron la labor de difundir la geografía nacional.
La semblanza de los 15 científicos surge de la investigación decumental aparecida en el Boletín de la Sociedad Geográfica No. 105 de 1973, retomada en el trabajo que aquí se incluye.
En 1973,al cumplir la Sociedad Geográfica de Colombia setenta años, Alfredo D. Bateman, un distinguido miembro de número, publicó un extenso y documentado artículo con las semblanzas de los quince peronajes que la conformaron inicialmente¹. De ese documento extraemos las siguientes informaciónes:
“Decreto número 906 de 1903 (30 de septiembre) por el cual se hacen
varios nombramientos.
El Vicepresidente de la República, encargado del Poder Ejecutivo,
Decreta
Art. 1º. Para constituir la Sociedad Geográfica de Colombia nómbrase a los señores:
1º Dr. Julio Garavito A.
2º Dr. Ruperto Ferreira.
3º General D. Alfredo Vásquez Cobo.
4º D. Delio Cifuentes.
5º Dr. Ricardo Santamaría Hurtado.
6º D. Rafael Alvarez Salas.
7º D. Abel Bravo.
8º General Francisco J. Vergara y V.
9º D. Miguel Triana.
10º D. Santiago Cortés.
11º D. Ricardo Lleras Codazzi.
12º D. Justino Garavito.
13º D. Francisco José Casas.
14º D. Julio Garzón Nieto.
15º D. Enrique Morales.
Art. 2º. Los nombrados procederán a organizar la Sociedad y elegirá (n) por mayoría de votos hasta quince socios más de número, sometiendo la designación a la aprobación del Gobierno. Podrán nombrar también socios honorarios y correspondientes, nacionales y extranjeros.
Comuníquese y publíquese.
Dado en Bogotá, a 30 de septiembre de 1903
José Manuel Marroquín
El Ministro de Instrucción Publica
Antonio José Uribe”.
Es interesante anotar que de esos quince primeros miembros de la Sociedad Geográfica sólo tres no eran ingenieros civiles graduados.
El general Vergara y Velasco pudo usar ese título mediante autorización o licencia escrita del Gobierno Nacional. Santiago Cortés era naturalista y Ricardo Lleras Codazzi era geólogo principalmente; como lo proclamó uno de los oradores en la fecha de inauguración de la Sociedad; fueron estos dos últimos ciudadanos quienes expusieron al Vicepresidente Marroquín la iniciativa de crear la nueva institución geográfica al lado de la Oficina de Longitudes.
Muchos de los otros doce miembros fundadores pertenecieron a las comisiones de límites con Venezuela; otros, además, trabajaron profesionalmente en las obras de los ferrocarriles o de las iniciales carreteras de Colombia; o en la construcción de puentes importantes. Indudablemente estas actividades los pusieron en directo e inmediato contacto con las condiciones climáticas, las características topográficas y las formas de vegetación natural del país. Pero también es cierto que sólo unos pocos de ellos, como Miguel Triana o Enrique Morales, por ejemplo, se ocuparon de escribir con sentido geográfico sobre él. Asimismo tampoco se puede negar, por lo importante que es para entender la evolución de la cartografía nacional, que la múltiple determinación de coordenadas geográficas para ciertas localidades colombianas, que este selecto grupo de ingenieros realizó una obra fundamental y seria, en la medida en que los conocimientos científicos y los recursos técnicos de que dispusieron, la permitieron. Pero se percibe que sus trabajos formaban parte más de su calidad de funcionarios de la Oficina de Longitudes, que de su condición de miembros de la Sociedad Geográfica. De suerte que el actual Instituto Geográfico Agustín Codazzi es más heredero científico de la Oficina de Longitudes que continuador histórico de la Sociedad Geográfica, como la concibieron sus creadores en 1903. Tal vez las cosas habrían tomado otro rumbo si como en el Perú, en 1888, la Sociedad Geográfica de Colombia hubiera sido adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores, con funciones y deberes de gran alcance.
¹Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia, Vol. XXVIII, No. 105, Bogotá, 3-31